EL SILBON






Según la leyenda en los llanos Venezolanos  hace tiempo un joven asesinó a sus padres. Por este crimen atroz fue condenado para siempre a cargar un saco con los huesos de sus progenitores  asustando a la gente silbando una serie de notas características y haciendo sonar los huesos. Nunca se sabe dónde está porque, si su silbido se oye lejos es porque El Silbón está muy cerca y si se oye cerca, el fantasma ya está lejos. Algunos dicen que aquél que escucha el silbido, está oyendo el anuncio de su propia muerte. La narrativa dice que es un hombre alto y delgado que mide como seis metros.

La descripción que presentan quienes supuestamente lo han visto y escuchado;  es la de un hombre desproporcionado, muy alto, que camina sobresaliendo por encima de la copa de los árboles emite un silbido espeluznante y lleva un costal lleno de huesos que los hace sonar como una matraca en Semana Santa.

La leyenda dice que el Silbón es el ánima en pena de un hijo que mató al papá y le comió la asadura (o sea el hígado, el corazón y los intestinos). El muchacho fue criado toñeco (mimado), no respetaba a nadie. Un día le dijo a su padre que quería comer vísceras de venado. Su padre se fue de cacería para complacerlo pero tardaba en regresar. En vista de esto, el muchacho se fue a buscarlo y al ver que no traía nada, no había podido cazar el venado, lo mato, le sacó las vísceras y se las llevó a su madre para que las cocinara. Como no se ablandaban, la madre sospechó que eran las "asaduras" de su marido. Preguntándole al muchacho, este confesó la verdad.
De inmediato lo maldijo "pa' to' la vida". Su hermano Juan lo persiguió con un "mandador", le sonó una tapara de ají y le azuzó el perro "tureco" que hasta el fin del mundo lo persigue y le muerde los talones.

En los llanos orientales de Colombia se conoce como el silbador; se dice que es el espanto sin rumbo de un alma en pena de un hombre parrandero y mujeriego que murió solo y abandonado y busca la compañía de alguien que cabalgue a deshoras de la noche por los senderos de esta llanura.

Otros dicen, que persigue a las mujeres en estado de embarazo; este silbador emite un silbido largo y agudo que penetra por los oídos y al mismo tiempo se siente un frío intenso que congela a las personas. Hay la creencia de que cuando silba bien agudo es una mujer que se va a morir; pero si por el contrario el silbido es grueso, es un hombre o un amigo el que muere.


 LA SAYONA

Tomado de Wikipedia


"La Sayona es un personaje ficticio perteneciente a la literatura oral del folclore nacional, basado en una leyenda que cuenta la aparición de una mujer elegante y alta que castiga a los hombres infieles. Es originaria de la región venezolana de los llanos. Aparece en múltiples antologías de cuentos en Venezuela.  Es extendido su uso para asustar a los niños y a los supersticiosos, y ha sido incluida aún en algunos libros de texto para primaria."

Según la leyenda original de La Sayona,  trata básicamente sobre un cuento extendido entre pobladores del llano venezolano, según el cual existió una mujer muy celosa llamada Casilda, que mató a su esposo y a su madre, pensando que estos tenían un romance. Su madre, en la agonía de la muerte, la maldijo, diciéndole "Sayona serás para siempre, y en nombre de Dios, que así sea". Desde ese entonces su alma en pena vaga sin descanso ni paz, persiguiendo a los hombres infieles para conquistarlos y luego matarlos.

Existen miles de versiones de supuestos encuentros con La Sayona, sobre todo de hombres infieles  que regresaban ebrios a sus hogares  pasada las doce de la noche.  También se dice que La Sayona tiene la particularidad de “transformarse”, esto quiere decir que puede presentarse como un perro, un lobo o como una linda mujer vestida de blanco que se va transformando hasta convertirse en un monstruo que produce un encantamiento en quienes la miran que ocasiona delirios, espasmos y estados febriles, que requieren de tratamientos especiales por curanderos de oficio especialistas en el tratamiento de estos males con oraciones y pócimas de raíces y cortezas de árboles que tienen propiedades curativas para este tipo de enfermedades.



La leyenda también cuenta que el espeluznante  grito de La Sayona  puede ser oído a mucha distancia poniendo  los pelos de punta de quienes lo oyen, acompañado del aullar lastimero igualmente aterrorizante de perros y gatos en medio de la noche.